Cómo decidí escuchar a mi alma y seguir mi sueño

Hace precisamente dos años que volví de un evento de crecimiento personal que sin lugar a dudas cambió mi vida. Entre otras muchas cosas y vivencias, llegué a pasar andando descalza por un lecho de brasas con fuego y no me quemé. Es más, sentí la caricia y la frescura del musgo fresco, tal y como me habían indicado que debía creer.
En ese evento también me casé con mi entonces sueño o proyecto de vida, crear una empresa con la que contribuir con el cuidado y mejora del Medio Ambiente.
Como os explico en el apartado “Sobre mí”, desde pequeña me había gustado disfrutar de la naturaleza y siempre tenía la percepción de que tenía que hacer algo por contribuir con ella, con la intención de preservarla para las nuevas generaciones.

Mientras estudiaba Ingeniería agrónoma me formé en numerosas asignaturas que estaban relacionadas con el cuidado del medio ambiente, pero nunca pensé que iba a conseguir llegar hasta donde estoy hoy.

Antes de ir a dicho evento tenía la creencia de que era imposible legalizar la producción de jabones de forma artesanal, ya que para ello debía ponerme a la altura de las grandes empresas que fabrican jabones. Asesorada por otros jaboneros, había ido descartando la idea dando por hecho que toda la burocracia de papeleos, requisitos, gastos… hacían imposible que este proyecto pudiera salir adelante. Pero después de aquel estupendo fin de semana llegué a la conclusión de que no debía escuchar ni seguir a mi mente, si no a mi alma, por lo que comencé un camino maravilloso que me ha llevado hasta donde estoy hoy.
Digo maravilloso, pero he de confesaros que ha sido como pasar un desierto, en el que me han ido apareciendo dificultades y problemas varios como nos ocurre a todos en nuestras vidas. Está claro que los problemas siempre van a estar ahí nos guste o no, pero lo que yo intento en todo momento es mantenerme con una energía y vibración alta para tratar de llegar a afrontarlos y superarlos sin que logren apartarme de mi objetivo. Hay una frase que a mí me gusta mucho y es que “No es más fuerte el que menos veces se cae, si no el que más veces se levanta” y tengo muy claro que con todo lo que nos pase en la vida se crece y que hemos venido aquí para ello.
En esta nueva situación que estamos atravesando con el Covid hay momentos que tengo una sensación un poco rara, como de ir contracorriente, pero tengo muy claro que voy a darlo todo y no voy a parar hasta conseguir mi sueño: “hacer algo muy grande”. El trabajo no me asusta, como ya sabéis todos los que me conocéis, disfruto mucho con ello y me encanta siempre superarme.
Os animo a que no dejéis nunca de soñar, tenemos que aprender a ser de nuevo como niños y considero que siempre debemos creer y confiar en nosotros.
¡Un abrazo y seguimos en contacto!
Montse.